COMENZANDO EL FLIPPED CLASSROOM
Hace un par de años inicie un camino hacia la busqueda de nuevos métodos de enseñanza, principalmente motivados por la falta de motiviación del alumnado que terminaba contagiandome y me convertía en un docente más, en un profesor de los de siempre, de la "antigua escuela".
Los primeros cambios surgieron a través de la información que recibí en los cursos de reciclaje que las consejerías de educación ofrecen al profesorado y los consejos de otros compañeros. En mi centro se puso en marcha una plataforma de contenidos a través de Moodle y comenzó en ese momento una nueva forma de trabajar con los alumnos, más motivadora para ellos.
Tras esta primera experiencia, se iniciaba un camino lleno de sorpresas y, por qué no decirlo, con alguna dificultad. Durante el último año he estado realizando diversos cursos relacionados con nuevas metodologías (Aprendizaje Basado en Proyectos, Aprendizaje Basado en Problemas, etc) y he intentado ponerlos en práctica con mayor o menor dificultad y con las adaptaciones necesarias por parte de alumnado, familia y profesor. El resultado final ha sido siempre gratificante en todos los ámbitos y por lo tanto seguiré formandome y luchando contra los inconvenientes que seguro surgirán.
Sobre el Flipped Classroom
podríamos clasificarlo dentro de un nuevo modelo pedagógico con el que están experimentando
algunos docentes. Si bajo la estructura tradicional el tiempo que
estamos en el aula se dedica a explicar la materia y
acercar al alumnado a las ideas fundamentales de cada unidad didáctica,
mientras que las tareas se hacen en casa, bajo la estructura que propone
la ‘clase del revés’, es precisamente al contrario: en casa los
estudiantes acceden a los contenidos mientras que las tareas se
desarrollan en el aula.
Para que esto sea posible, el docente facilita a su alumnado
materiales audiovisuales, pueden ser vídeos o incluso podcast, de una
duración no superior a cinco minutos a través de los cuales presenta la
unidad, las principales ideas o los conceptos fundamentales. Este
material puede tratarse de un recurso producido por el propio docente o
bien de un recurso ya existente en la red.
Todos hemos vivido la experiencia de llegar a casa, comenzar a
trabajar las tareas y encontrarnos con problemas y dudas para avanzar
que no somos capaces de resolver ni con los apuntes de clase, ni con los
materiales de apoyo sugeridos por nuestro profesor, ni
consultando a otros compañeros del curso.
Bajo el modelo de la ‘clase del revés’ los docentes no envían problemas a la casa, sino conocimiento,
y dejan libre el tiempo del aula para que cada alumno, con su ayuda y
la del resto de sus compañeros, pueda trabajar sobre las tareas de cada
unidad.
Los docentes tienen más tiempo en el aula para trabajar con cada
estudiante, conocer mejor sus necesidades y sus avances. Por su parte
el alumnado tiene la oportunidad de hacer preguntas y resolver los
problemas con la guía de sus profesores y el apoyo de sus pares, de modo
que se favorece la creación de un ambiente de aprendizaje colaborativo.
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